En esta ocasión nos acompañó María, la mamá de Mara. Nos contó cómo es la vida de un niño en Guinea. Allí los niños tienen que ayudar mucho a sus papás desde que son pequeños; van a buscar agua y la llevan en la cabeza hasta casa y también van a pescar. En las casas no tienen luz, así que no hay tele y se tienen que juntar en el cine del pueblo para ver los dibujos. Les gusta mucho la fruta y comen muchos mangos que cogen directamente de los árboles. Tampoco hay supermercados, solo una tienda pequeña y no suelen ir a comprar porque ellos mismos se hacen la ropa y muchas cosas de artesanía. Los niños van al cole como nosotros pero no tienen tantos juguetes. Se divierten mucho jugando al fútbol, bailando y cantando.
Después de todas estas cosas decidimos hacer como los niños de Guinea y fuimos a recoger agua y a pescar. Para terminar probamos un poquito de mango al fresco del huerto. Fue una mañana estupenda en la que nos acompañó el sol.
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